NUESTRA SEÑORA DEL BUEN REMEDIO

Fiesta: 8 de octubre.

La Orden de la Santísima Trinidad y Redención de los Cautivos, desde su fundación, en el año 1189 por san Juan de Mata, está bajo la protección de la Virgen del Buen Remedio, indicando con este título aquella que sana todos los males de la humanidad. Movidos por el ejemplo de María todos somos invitados a llevar alivio y remedio espiritual a los necesitados.

Juan de Mata estableció esa devoción mariana en el convento trinitario de Marsella, Francia, en 1202. Luego la devoción se fue extendiendo y continuó de la mano del reformador de la Orden san Juan Bautista de la Concepción.

La tradición cuenta que la santísima Virgen se le apareció en dos oportunidades a Juan de Mata (en 1202 y 1210), como respuesta a sus pedidos de auxilio por problemas económicos en el rescate de los cautivos (por eso muchas veces se la representa a María con una bolsita de monedas). También, que María se le apareció vestida con el hábito trinitario a san Félix de Valois (cofundador), a quien le entregó los escapularios de la Orden Trinitaria, para que fueran impuestos a todo cautivo rescatado.

SANTA FAUSTINA KOWALSKA

Fiesta: 5 de octubre.

Faustina nació en el año 1905, en Polonia. A los 20 años ingresó en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde vivió cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera. Su vida, aparentemente ordinaria, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios. Los años de su vida conventual estuvieron marcados, por el estigma del sufrimiento y las extraordinarias gracias místicas.

Sor María Faustina manifestó su misión en el Diario que escribió por mandato del Señor Jesús y de los confesores. Registró en él con fidelidad todo lo que Jesús le pidió y describió todos los encuentros de su alma con Él. La misión de Faustina fue la de acercar y proclamar al mundo la verdad revelada en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios a cada persona, y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, especialmente para los pecadores, a través de la práctica de las nuevas formas de culto a la Divina Misericordia.

Murió enferma en el año 1938.

SAN VICENTE DE PAÚL

Fiesta: 27 de septiembre.

Nació en abril de 1581, en Ranquine, en Francia. Aunque era de familia muy pobre y campesina, su padre lo envió a estudiar con los Franciscanos de Dax, después de cuatro años de estudios allí, se fue a Toulose. A los 17 años recibió la tonsura y las ordenes menores para hacerse franciscano. En el 1600 se ordenó sacerdote, con tan solo 19 años.

En 1605 mientras viajaba de Marsella a Narbona, cayó prisionero de los piratas turcos y fue vendido como esclavo. Cuando logró escapar volvió a Roma y lo nombraron párroco cerca de París, desde donde comenzó su intensa actividad caritativa hacia los pobres y dolientes.

Para su “caridad organizada” se valió de un gran ejército de colaboradores laicos, sobre todo de mujeres excepcionales, entre las cuales estaba Luisa de Marillac, con quien fundó la Congregación de Hijas de la Caridad.

También fundó la Congregación de la Misión, instituida para predicar misiones populares y trabajar en la formación del clero de Francia y en otros países. A los sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión se les conoce en Francia como "Lazaristas" por San Lázaro, su casa madre.

Entre sus obras sobresalen orfanatos, manicomios y comedores entre otros.

Murió el 27 de septiembre de 1660.

MAMERTO ESQUIÚ

Fiesta: 11 mayo. 

Mamerto de la Ascensión Esquiú nació en Piedra Blanca, Catamarca, Argentina, el 11 de mayo de 1826. Al nacer tuvo muchos problemas de salud, por lo cual la madre prometió que al cumplir los 5 años lo vestiría de fraile franciscano si el niño vivía. Mamerto vivió y creció con salud, y la madre cumplió su promesa y lo visitó con el característico hábito marrón. Desde siempre fue un niño muy aplicado y aficionado a la lectura y el estudio. Ante la experiencia con su vestimenta, el mismo Mamerto pidió ingresar como fraile franciscano a los 10 años.  En 1841 ingresó al noviciado entre los Frailes Menores de la Provincia de la Asunción en Argentina. El 15 de mayo de 1849 celebró su primera Misa. Como sacerdote se distinguió particularmente en la predicación, ministerio por el cual fue apreciado no sólo en los ambientes eclesiales sino también en los políticos.

En 1853 le solicitaron que fuera él quien pronunciara el discurso o sermón ante la Jura de la Constitución Nacional. Su sermón fue célebre, pidió por la paz, la hermandad, la colaboración civil y la unión de los argentinos, así se hizo conocido en casi todos los ámbitos de la Nación.

Esquiú aceptó también desempeñar un papel político activo, como diputado y miembro del Consejo de Gobierno de Catamarca.

Como misionero fue trasladado a Tarija, Bolivia, y estuvo de peregrino en Tierra Santa, Roma y Asís.

En 1879 fue elegido obispo de Córdoba, Argentina. Fue misionero, predicador, emprendedor, caritativo y generoso ante toda necesidad, celoso en su ministerio, manso y humilde en su expresión, pobre al máximo y sacrificado, se impone realmente por la práctica de las virtudes, proponiendo la santidad como corazón de la vida sacerdotal y del compromiso cristiano. El fundamento de su extraordinaria actividad pastoral fue la intensa vida de oración y de unión a Cristo.

Marcado por las fatigas apostólicas muere en plena actividad de celoso Pastor, en la posta de El Suncho, Catamarca, el 10 de enero de 1883.

Fray Mamerto Esquiú fue beatificado en Catamarca, el 4 de septiembre de 2021.

VIRGEN MARÍA DE SETEFILLA

Fiesta: 8 de septiembre.

Esta imagen de la Virgen María data de la Edad Media, que llegó a esa región de Sevilla, España, tras la conquista cristiana. Llamaron Septefilas o Sietefilas, a la zona que comprendía las villas y castillos de Setefilla y Lora, más los castillos o lugares de Algarín, Almenara, Peñaflor, Malapiel, y Alcolea, es decir, los actuales términos municipales de Lora, Peñaflor y Alcolea.

Los orígenes del culto a María Santísima de Setefilla, patrona de Lora del Río, se remontan a una carta del Consejo de Lora al Gran Prior de San Juan en Castilla y León, fechada el 28 de marzo de 1501, que demuestra que, a principios del siglo XVI, cuando todavía existía el poblado de Setefilla, se hallaba bastante extendida no sólo en el poblado, sino también en la comarca, la devoción popular a Santa María de Setefilla.

Un acta de Cabildo del 2 de abril de 1551, nos dice que ya en esa fecha se iba en devoción a celebrar el día de la Encarnación.

La Romería de Setefilla está declarada de Interés Turístico de Andalucía y se celebra cada 8 de septiembre. La devoción a Setefilla marca, sin lugar a dudas, la vida de los loreños que alzan “Vivas” y cánticos para rendir así culto a Setefilla con la mayor de las devociones.