María de Cervellón (o Cervelló) nació en el año
1230 en Barcelona, España. En su juventud escuchó un sermón predicado por un
religioso de la Orden de Nuestra Señora de la Merced y quedó profundamente
conmovida por el apostolado y la misión con los cristianos esclavos y cautivos
en manos de los turcos. Decidió hacer todo lo que estuviera a su alcance para
aliviarles. En el año 1265 se unió a una pequeña comunidad de mujeres piadosas
que vivían cerca del monasterio de los Mercedarios y que dedicaban sus vidas a
la oración y a las buenas obras para los cautivos, bajo la dirección de los
mismos religiosos mercedarios. Al poco tiempo estas mujeres obtuvieron el
permiso para ser la rama femenina de la Orden de la Merced. María fue electa
unánimemente como la primera superiora de la orden. Por su inmensa caridad para
con los necesitados, le comenzaron a llamar María del Socós (María del Socorro)
nombre por el cual todavía se le venera en Cataluña. Falleció el 19 de
septiembre de 1290.
Su culto como santa fue aprobado por el papa Inocencio XII en 1692, y sus restos incorruptos se encuentran en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy Basílica de la Merced.
Se la representa con una embarcación debido a que hay relatos que dicen que fue vista, en vida y después de muerta, ir sobre las alas del viento en ayuda de las naves de la redención combatidas por el mar. Es patrona de los navegantes.
Su culto como santa fue aprobado por el papa Inocencio XII en 1692, y sus restos incorruptos se encuentran en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy Basílica de la Merced.
Se la representa con una embarcación debido a que hay relatos que dicen que fue vista, en vida y después de muerta, ir sobre las alas del viento en ayuda de las naves de la redención combatidas por el mar. Es patrona de los navegantes.
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