Fiesta: 6 de junio.
Bonifacia Rodríguez Castro nació en Salamanca, España 6 de junio de 1837. Trabajó como cordonera, y pronto se sintió llamada a la vida religiosa. En 1870 se encontró con el sacerdote jesuita Francisco J. Butiñá y eso cambió su vida. Él se interesa mucho por el apostolado entre las obreras manuales y le propone a Bonifacia fundar juntamente la Congregación de Siervas de San José para la prevención de la mujer trabajadora, a lo que ella accede con docilidad. Con otras seis mujeres, entre ellas su madre, da inicio en Salamanca, en su propio taller, a la vida de comunidad el 10 de enero de 1874, momento muy conflictivo en la vida política del país. A los tres meses de la fundación Francisco Butiñá es desterrado de España. Bonifacia se ve sola al frente del Instituto a tan sólo un año de su nacimiento. Ella desempeñó sus tareas con inigualable valentía, docilidad al Espíritu Santo, amor, caridad y humildad. Sin embargo, a pesar de toda su dedicación, Bonifacia fue repudiada y destituida en todos sus cargos en la congregación. Bonifacia murió en Zamora el 8 de agosto de 1905 y fue sepultada en el cementerio de San Atilano. El rechazo de sus hermanas la dejó prácticamente en el olvido, fue recién en 1941 cuando se le reconoció a Bonifacia el título de fundadora, y se inició un proceso de rehabilitación de su memoria, para hacer justicia a la historia de los orígenes del instituto.
El 9 de noviembre de 2003 Bonifacia Rodríguez fue beatificada por Juan Pablo II. El 27 de marzo de 2010, Benedicto XVI autorizó su canonización que se llevó a cabo el 23 de octubre de 2011.
Sus restos mortales descansan en la capilla de la casa madre de las Siervas de San José, en Salamanca.
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