Fiesta: 25 de octubre.
La historia de san Frutos es de la época
visigoda en España (año 700 aproximadamente).
Frutos era un cristiano de Segovia, y se hizo ermitaño, como sus hermanos Engracia y Valentín, luego de la muerte de sus padres. Frutos encontró una cueva en el paso del río Duratón y allí se quedó.
Con el tiempo él mismo se construyó una ermita que es la que ahora se conoce como la "Ermita de san Frutos" y se puede visitar. Allí mismo lo enterraron a san Frutos sus hermanos cuando murió, pero luego, sus restos fueron trasladados a la catedral de Segovia, donde descansan actualmente.
Frutos no se dedicó solo a la vida contemplativa, en la época de ataques musulmanes los pobladores de la zona se refugiaban con Frutos y él los atendía. En una oportunidad en la que estaban por ser capturados, Frutos marcó con su cayado una roca y esta se rompió impidiendo el paso de los agresores. Es por esto que el pueblo segoviano venera con gran devoción a este santo.
También la tradición cuenta que amansaba a los buitres de la zona y que amaba a los pájaros, tanto así que se dice que en una oportunidad hizo salir pajaritos de las llagas de un enfermo que se acercó a él. Es por esto que recibe el sobrenombre de san Frutos "Pajarero".
Frutos era un cristiano de Segovia, y se hizo ermitaño, como sus hermanos Engracia y Valentín, luego de la muerte de sus padres. Frutos encontró una cueva en el paso del río Duratón y allí se quedó.
Con el tiempo él mismo se construyó una ermita que es la que ahora se conoce como la "Ermita de san Frutos" y se puede visitar. Allí mismo lo enterraron a san Frutos sus hermanos cuando murió, pero luego, sus restos fueron trasladados a la catedral de Segovia, donde descansan actualmente.
Frutos no se dedicó solo a la vida contemplativa, en la época de ataques musulmanes los pobladores de la zona se refugiaban con Frutos y él los atendía. En una oportunidad en la que estaban por ser capturados, Frutos marcó con su cayado una roca y esta se rompió impidiendo el paso de los agresores. Es por esto que el pueblo segoviano venera con gran devoción a este santo.
También la tradición cuenta que amansaba a los buitres de la zona y que amaba a los pájaros, tanto así que se dice que en una oportunidad hizo salir pajaritos de las llagas de un enfermo que se acercó a él. Es por esto que recibe el sobrenombre de san Frutos "Pajarero".
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