Fiesta: 8 de septiembre.
En el año 1604 Don Luis Antonio Coloma, español, al
emprender un viaje de regreso a su patria, se encontró con dos jóvenes que le
pidieron un favor.
Al enterarse que viajaba para las costas de Alicante le
pidieron si podía llevar en el mismo buque dos cajones que debían dirigirse a
dicho puerto; a lo que el hombre accedió gustoso. Los jóvenes nunca más
volvieron a aparecer.
Llegados al puerto de Alicante, al extraer del buque los
cajones se notó que en sus tapas había un rótulo que decía: “Para Elda” (Elda
era una villa o pequeño pueblo español, situada en Alicante). Abrieron las
cajas y vieron que contenían dos hermosísimas imágenes de devoción, una de
Jesús crucificado, y una de María Santísima con el niño Jesús en sus brazos.
Nadie entendía nada, pues en Elda nadie había encargado esas
imágenes. Al enterarse, todos en la villa se consideraron enriquecidos con tan
grato tesoro, que decían venía del cielo. Sin perder momento, el Cura y Clero,
unidos al Alcalde y Ayuntamiento y demás personas distinguidas, deliberaron y
decidieron el día y el modo para entronizar las imágenes en la Villa.
Se engalanaron las calles, las casas, y con gran emoción,
devoción y alegría, se trasladaron y colocaron las imágenes en la Iglesia de
Santa Ana.
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