Fiesta: 24 octubre.
Rafael Guízar Valencia nació en México el 26 de abril de 1878. En 1891 ingresó en el seminario y el primero de junio de 1901, a la edad de 23 años, fue ordenado sacerdote. Nombrado en 1905 misionero apostólico y director espiritual del seminario de Zamora, se dedicó con gran celo a dar misiones por diferentes regiones de México y trabajó incansablemente para formar a los alumnos en el amor de la Eucaristía y la devoción tierna y filial a la Virgen. En 1911, para contrarrestar la campaña persecutoria contra la Iglesia, fundó en la ciudad de México un periódico religioso, que fue pronto cerrado por los revolucionarios. Perseguido a muerte, vivió durante varios años sin domicilio fijo, pasando toda especie de privaciones y peligros. Para poder ejercer su ministerio, se disfrazaba de vendedor de baratijas, de músico, de médico homeópata. Podía así acercarse a los enfermos, consolarlos, administrarles los sacramentos y asistir a los moribundos. A finales del 1915 tuvo que huir al sur de los Estado Unidos y al año siguiente a Guatemala donde dio un gran número de misiones. Su fama de misionero llegó a Cuba, donde fue invitado para predicar misiones populares. El primero de agosto de 1919 fue nombrado obispo de Veracruz, por lo cual regresó a su país, donde realizó un trabajo ejemplar como obispo de su diócesis. De los dieciocho años que regentó la diócesis, nueve los pasó en el exilio o huyendo porque lo buscaban para matarlo. Dio sin embargo muestras de gran valor llegando a presentarse personalmente a uno de sus perseguidores y a ofrecerse como víctima personal a cambio de la libertad de culto. En diciembre de 1937, mientras predicaba una misión, sufrió un ataque cardíaco que lo postró para siempre en cama. Murió el 6 de junio de 1938 en la ciudad de México. Fue beatificado en 1995 y canonizado en 2006. Es el primer obispo de Latinoamérica canonizado (nacido y muerto en Latinoamérica).
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