viernes, 30 de septiembre de 2011

SAN TARCISIO

Fiesta: 26 de abril



               

      








          

 

San Tarcisio fue un niño romano, y según la tradición se le confió llevar la comunión a algunos cristianos que estaban prisioneros, durante la persecución de Valeriano. Los paganos lo encontraron cuando transportaba el sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo y le preguntaron que llevaba; Tarsicio se negó a responder, entonces los paganos le apedrearon y golpearon hasta que exhaló el último suspiro, pero sin poder encontrar el sacramento de Cristo ni en sus manos, ni en sus vestidos. Los cristianos recogieron el cuerpo del mártir y le dieron honrosa sepultura en el cementerio de Calixto.
                          

SAN PABLO

Fiesta: 29 de junio





                 


San Pablo vivió en la misma época de Jesús, pero como al principio no creía en él se unió a aquellos que en esa época perseguían a todos los que amaban a Jesús. Trató a toda costa de terminar con la Iglesia de Dios.

Todo cambió cuando camino a la ciudad de Damasco tuvo un fuerte encuentro con Jesús, donde se convirtió, Pablo le abrió su corazón y aceptó la misión que le encomendaba de anunciarlo a todos.
San Pablo fue un gran apóstol, y también escribió muchas cartas, gracias a ellas sabemos que trabajó mucho por el Evangelio y que formó muchas comunidades cristianas. Realizó muchísimos viajes cumpliendo con aquello que el Señor le había mandado.

SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS


Doctora de la Iglesia y Patrona de las misiones
Fiesta: 1 de Octubre























Teresa Martin nació en Francia, el 2 de enero de 1873. Desde pequeña su deseo era abrazar la vida religiosa contemplativa, al igual que sus hermanas Paulina y María, en el Carmelo de Lisieux. El 9 de abril de 1888, a los 15 años, ingresó en el Carmelo de Lisieux. Hizo su profesión religiosa el 8 de septiembre de 1890. La santidad de Santa Teresita no se basa en fenómenos extraordinarios, sino en "hacer de manera extraordinaria las cosas más ordinarias y corrientes", y a eso dedicó su vida, sencillamente a hacerlo todo con amor. Por una enfermedad murió en el Carmelo a los 24 años, el 30 de septiembre de 1897. Fue canonizada por Pío XI el 17 de mayo de 1925, y el mismo Papa, el 14 de diciembre de 1927, la proclamó Patrona Universal de las Misiones, junto con San Francisco Javier.