miércoles, 27 de mayo de 2020

SAN NORBERTO

Fiesta: 6 de junio.




Norberto nació en Xanten (Alemania), hacia el año 1080, en una familia noble.

Eligió el sacerdocio no por vocación, sino por prestigio, y los privilegios, ya que, siendo diácono, el mismo emperador le había dado una sede episcopal.

Sin embargo, después de un accidente a caballo, cambió radicalmente su vida. Se despojó de toda su riqueza, abandonó los lugares mundanos y se puso a la escuela del abad benedictino de Siegburg y de los canónigos de Klosterrath; después siguió el ejemplo del ermitaño Liudolfo pasando tres años en penitencia y en oración. En 1115 fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Colonia, y comenzó su actividad misionera itinerante.

El obispo de Laon, para tenerlo en su diócesis, le propuso ser el guía de los Canónigos regulares que seguían la Regla de San Agustín, y a quienes se les había asignado el convento de Praemonstratum. Así nació la Orden de los premonstratenses.
Se encontraba en Magdeburgo asistiendo a los funerales del obispo de esa ciudad, cuando el clamor popular lo eligió como sucesor. El emperador Lotario lo nombró canciller del imperio para Italia y el Papa Inocencio II extendió su jurisdicción a Polonia. Pero Norberto no olvidó la regla monástica de la pobreza y del ejercicio del apostolado entre la gente humilde del campo, y vivió integralmente el ideal de vida activa y contemplativa de los premonstratenses aun en el fulgor de los altos cargos. Tuvo que combatir con gran sabiduría a herejías desenfrenadas, especialmente en relación con el Santísimo Sacramento, fue un gran defensor de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Sus hermosas palabras sobre la presencia de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento hicieron regresar a la gente a la fe católica. Murió en Magdeburgo, de regreso de una misión de paz en Italia, el 6 de junio de 1134. Fue canonizado en 1582.

miércoles, 20 de mayo de 2020

NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ (LEÓN)

Fiesta: Se celebra el miércoles anterior al domingo de Pentecostés.






Nuestra Señora de la Luz es el nombre que se le da a una pintura de la Virgen María con el Niño Jesús. La Virgen viste una túnica blanca, sobre su cabeza y sus hombros cae un fino manto azul. Por encima de la Virgen unos serafines sostienen en el aire una corona imperial. Nubes de ángeles y serafines escoltan a la Señora emulándose en servirla. María sustenta en su brazo izquierdo al Niño Jesús, quien lleva en la mano derecha un corazón encendido, al tiempo que con la izquierda toma otro de una canasta llena de corazones que le ofrece un ángel puesto de rodillas. La Virgen toma la mano de un joven que representa un alma en peligro de perderse, acechada por las fauces del infierno.

La historia cuenta que esta imagen se pintó por el mismo encargo de la Santísima Virgen María. En Palermo, Sicilia (Italia), en el año 1722, una mujer recibió una visión de la Reina del Cielo y allí la Virgen le describió cómo tendría que ser la imagen. Con la ayuda del sacerdote jesuita Juan Antonio Genovesi se logró realizar la pintura. Todo eso sucedió en la pequeña Iglesia de San Estanislao Kotska, en la sede del noviciado de los jesuitas en Palermo y la Virgen dispuso que se le invocara con el amable título de “María Madre Santísima de la Luz” y aseguró que colmaría de favores a cuantos la honrasen e invocasen bajo tan dulce nombre.

En 1732 los sacerdotes jesuitas decidieron mudar el cuadro con la imagen de la Virgen de la Luz, y el destino elegido fue la ciudad de León, en México, lugar donde hace poco los jesuitas se habían instalado para realizar su misión.

La devoción a María Madre de la Luz creció y se difundió en el pueblo mexicano, por ello el 23 de mayo de 1849 la Madre de la Luz fue proclamada patrona de la ciudad de León, y en 1872 fue nombrada patrona de la diócesis de León. En la actualidad la imagen se encuentra en la iglesia Catedral de León.