miércoles, 26 de julio de 2017

SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO

Fiesta: 1 de agosto




Nació el 27 de septiembre de 1696, en Nápoles, Italia. Pertenecía a una familia noble. A los 12 años era estudiante universitario y a los 16 ya era abogado.
Después de perder un juicio decidió dejar su profesión para unirse a Cristo. Estudió teología y recibió el sacerdocio a los 30 años de edad.
Después de caer enfermo, entre grandes dificultades fundó la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), para evangelizar a la gente iletrada. Fue elegido obispo de santa Águeda de los Godos, y se entregó de modo excepcional a esa misión, que dejó quince años después, aquejado por graves enfermedades, y pasó el resto de su vida en Nocera de’Pagani, en la Campania, aceptando grandes trabajos y dificultades.
Distinguido por su celo por las almas, por sus escritos, por su palabra y ejemplo, trabajó toda su vida infatigablemente predicando y escribiendo libros, en especial sobre teología moral, en la que es considerado maestro, para fomentar la vida cristiana en el pueblo.
Murió el 1 de agosto de 1787. Fue canonizado en 1839 y fue declarado Doctor de la Iglesia en 1871.

miércoles, 19 de julio de 2017

SANTA MARÍA MAGDALENA

Fiesta: 22 de julio




María Magdalena, así, con su nombre completo, aparece en varias escenas evangélicas. Ocupó el primer lugar entre las mujeres que acompañaban a Jesús (Lc 8, 2); está presente durante la Pasión (Mt 27, 56; Mc 15, 40) y al pie de la cruz con la Madre de Jesús (Jn 19, 25); observa cómo sepultan al Señor (Mc 15, 47); llega antes que Pedro y que Juan al sepulcro, en la mañana de la Pascua (Jn 20, 1-2); es la primera a quien se aparece Jesús resucitado (Mt 28, 1-10; Mc 16, 9; Jn 20, 14), aunque no lo reconoce y lo confunde con el hortelano (Jn 20, 15); es enviada a ser apóstol de los apóstoles (Jn 20, 18). Tanto Marcos como Lucas nos informan que Jesús había expulsado de ella «siete demonios» (Lc 8, 2; Mc 16, 9).
En cuanto a su vida después de la Ascensión, hay dos tradiciones. La leyenda oriental señala que después de la Ascensión habría vivido en Éfeso, con María y San Juan; allí habría muerto y sus reliquias habrían sido trasladadas a Constantinopla a fines del siglo IX y depositadas en el monasterio de San Lázaro.
Otra tradición -que prevalece en Occidente- cuenta que luego de la resurrección, Magdalena se retiró por treinta años a una gruta (del "Santo Bálsamo") a hacer penitencia, y que murió en Aix-en-Provence, adonde los ángeles la habían llevado para su última comunión, que le da san Máximo.
"Magdalena" significa "de Magdala", ciudad que ha sido identificada con la actual Taricheai, al norte de Tiberíades, junto al lago de Galilea.

jueves, 13 de julio de 2017

SAN BUENAVENTURA

Fiesta: 15 de julio




Nació en Bagnorea, cerca de Viterbo, en Italia, probablemente en 1217. Ingresó en la Orden Franciscana y estudió en la Universidad de París. Fue un sacerdote de gran sabiduría.
Durante su vida escribió numerosas obras que son de gran importancia para la teología y para la Iglesia.
En 1257, Buenaventura fue elegido superior general de los frailes Menores Franciscanos. No había cumplido aún los 36 años. El santo gobernó la orden de san Francisco durante 17 años, y por eso se le llama el segundo fundador. En 1266 el papa Gregorio X lo nombró cardenal obispo de Albano, ordenándole aceptar el cargo por obediencia. También se le encomendó la preparación de los temas que se iban a tratar en el Concilio ecuménico de Lyon, acerca de la unión de los griegos ortodoxos.
Murió en 1274. La Iglesia lo nombró “Doctor de la Iglesia”.

miércoles, 5 de julio de 2017

SAN CRISTÓBAL

Fiesta: 10 de julio y 25 de julio




La tradición cuenta que san Cristóbal vivió en el siglo III o IV.
Fue un hombre que vivió de acuerdo a los valores cristianos y que quería de todo corazón servir a Cristo.
Se cuenta que era de gran estatura, y que por ello, un monje le recomendó que sirviera a la caridad cruzando a la gente de un lado al otro de un profundo río. Esa sería su misión en el mundo para servir a Cristo en la caridad hacia el prójimo. Así lo hizo Cristóbal, hasta que un día apareció un niño que quería cruzar el río. Cuando Cristóbal lo alzó, el niño era tan pesado que le costó mucho cruzar el río con él. Al final, cuando logró cruzar, el niño le dijo que era Jesús, y que quería que él lo sirviera.
Se dice que entonces Cristóbal comenzó a dedicar su vida a dar ánimo a los cristianos que estaban cautivos, y por su testimonio cristiano murió mártir, decapitado, en Licia (Asia Menor).