Catalina nació en Siena (Italia) el 25 de marzo de 1347. A los siete años celebró su místico matrimonio con Cristo, pero de un modo privado, esto no se debió a fantasías infantiles, sino que era el comienzo de una extraordinaria experiencia mística, como se pudo comprobar después.
Su madre y su hermana intentaron persuadirla de que se casara, pero ella se dedicaba a asistir generosamente a los pobres y a los enfermos, daba consuelo a los afligidos y prisioneros. A los 18 años entró a la Tercera Orden de Santo Domingo, y recibió el largo hábito blanco y negro, y vivía en la casa de sus padres.
En su vida humilde y mística tuvo innumerables visiones y éxtasis, pero además practicó siempre un valiente compromiso con lo social y político. Aunque no sabía ni leer ni escribir trataba con gobernantes y autoridades, incluso logró persuadir al Papa para que volviera a residir en Roma.
En Siena, en el recogimiento de su celda de la casa donde vivía, dictó el “Diálogo sobre la Divina Providencia” para tributar a Dios su último canto de amor. En los comienzos del gran cisma aceptó el llamado del papa Urbano VI para que fuera a Roma. Allí se enfermó y murió, era el 29 de abril de 1380, tenía apenas 33 años.
Fue canonizada el 29 de abril de 1461, y el 4 de octubre de 1970 el papa Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia.
Su madre y su hermana intentaron persuadirla de que se casara, pero ella se dedicaba a asistir generosamente a los pobres y a los enfermos, daba consuelo a los afligidos y prisioneros. A los 18 años entró a la Tercera Orden de Santo Domingo, y recibió el largo hábito blanco y negro, y vivía en la casa de sus padres.
En su vida humilde y mística tuvo innumerables visiones y éxtasis, pero además practicó siempre un valiente compromiso con lo social y político. Aunque no sabía ni leer ni escribir trataba con gobernantes y autoridades, incluso logró persuadir al Papa para que volviera a residir en Roma.
En Siena, en el recogimiento de su celda de la casa donde vivía, dictó el “Diálogo sobre la Divina Providencia” para tributar a Dios su último canto de amor. En los comienzos del gran cisma aceptó el llamado del papa Urbano VI para que fuera a Roma. Allí se enfermó y murió, era el 29 de abril de 1380, tenía apenas 33 años.
Fue canonizada el 29 de abril de 1461, y el 4 de octubre de 1970 el papa Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia.
Hola.
ResponderEliminarQuiero darte las gracias por tu blog.
Desde enero soy catequista y no me imagino mis clases sin tus dibujos. Le doy catecismo a niños de 6 años y no hay mejor forma de llamar su atención como con dibujos.
Tu trabajo ha sido una ayuda invaluable. Tal vez. Tu no vez la magnitud de tu trabajo pero muchos niños en ligares que tal vez no te imaginas están siendo evangelizados gracias a tu trabajo.
Gracias por ayudarnos a sembrar el amor por Dios en sus corazones tiernos. Que con la gracias de Dios este amor crezca juntos con ellos para que sean adultos fuertes en la fe.
Mil gracias. Bendiciones.
Hola! Muchas gracias por tu lindo mensaje. Es una gran alegría saber que no solo les gustan nuestros dibujos, sino que también son una ayuda para llevar la Palabra de Dios y el amor de Jesús a niños y jóvenes. Todo esto nos anima para seguir adelante con esta misión. Dios te bendiga por tu hermoso apostolado como catequista!!
EliminarRuega por nosotros por la paz del mundo
ResponderEliminarAmén.
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