Fue, sin duda, el pueblo de Madrid quien comenzó la devoción y "elevó a los altares" esta imagen del Santo Niño del Remedio. Desconocida hasta aproximadamente el año 1897, pertenecía a una dama distinguida, de la que ignoramos su nombre, que al trasladarse a vivir fuera de España decidió deshacerse y vender sus pertenencias entre las que se encontraba esta talla del Niño Jesús o Niño de la Pasión fechada a finales del siglo XVI o principios del XVII.
La compró D. Pedro Martín Mazarruela, que la llevó a su casa donde la instaló en la trastienda de un taller de imprenta que poseía en la Costanilla de los Ángeles nº4, calle muy céntrica de Madrid.
Pedro y sus hijas querían darle una advocación a la imagen, por ello, aconsejados por un sacerdote anotaron en cuatro papeles cuatro advocaciones de su gusto: Del Consuelo, De la Esperanza, Del Perdón y Del Remedio, y tomaron uno al azar. Resultó elegida la Del Remedio pero, minutos después, el sacerdote dijo que la elección debía hacerse en al altar al finalizar una misa. Así se hizo, y volvió a salir la advocaciónDel Remedio.
Poco a poco se extendió por la zona la devoción al Niño y el particular oratorio se convirtió en un lugar de culto para vecinos y viandantes. Las gracias y favores del Niño a sus devotos se multiplicaron inmensamente.
El 3 de marzo de 1917 la imagen fue trasladada a la iglesia de Santa Catalina de los Donados de Madrid.
Desde entonces recibe culto en esta Iglesia convertida en su Oratorio, lugar que, como antaño el taller de D. Pedro Martín, sigue siendo frecuentado por personas de toda clase social que, con un incesante entrar y salir, mantienen viva su devoción a través de los años y de las vicisitudes de la historia. Su fiesta se celebra el 13 de enero, porque entes del Concilio Vaticano II era la fecha fija del Bautismo del Señor.
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