miércoles, 24 de junio de 2020

BEATA MARÍA ROMERO MENESES

Fiesta: 7 de julio.



María Romero Meneses nació en Nicaragua el 13 de enero de 1902. Al conocer a las hermanas de María Auxiliadora sintió el llamado de hacerse religiosa como ellas.

Siendo religiosa se dedicó a una incansable vida apostólica. En 1931 fue enviada a Costa Rica, y de inmediato comienza junto a las jóvenes del colegio la misión por los barrios más abandonados y pobres.

Al ver su profunda devoción de amor a Jesús y la Virgen María, y todas las obras de caridad que realizaba con tanta fe, muchas personas con buenos recursos económicos comenzaron a colaborar con la hermana María.

La Hermana María soñaba para sus pobres siempre nuevas soluciones a las urgencias apremiantes: obtuvo primero visitas médicas gratuitas, gracias a la acción voluntaria de médicos especialistas, y con la colaboración de industriales del lugar organizó cursos de formación profesional para jóvenes y mujeres que en la pobreza hubieran encontrado una pésima consejera. En esta forma logró dar vida en poco tiempo a un ambulatorio múltiple, con varias especialidades, para asegurar la asistencia médico-farmacéutica a muchas personas y familias privadas de toda garantía social. Al mismo tiempo creó cerca instalaciones adecuadas para la acogida de los pacientes – a veces familias enteras – como también salas para la catequesis y la alfabetización en los momentos de espera, además la capilla y un lindo jardín, y hasta el balcón con los canarios. Para las familias sin techo, reducidas con frecuencia a una vida precaria bajo los puentes de la periferia, hizo construir – siempre con la ayuda de una sorprendente Providencia – «verdaderas» CASITAS, que tenían principalmente la función pedagógica de recuperar personas amargadas, restituir dignidad a vidas envilecidas por el abandono, abriendo los corazones a horizontes de verdad, de esperanza y de nueva capacidad de inserción social. Surgen así las ciudadelas de María Auxiliadora.

A todo esto, hay que agregar que la hermana María tenía una profunda vida de oración, incluso mística.

Después de tantas obras de caridad, falleció el 7 de julio de 1977.

miércoles, 17 de junio de 2020

SANTA NATALIA DE CÓRDOBA

Fiesta: 27 de julio.



Natalia nació en Córdoba (España) alrededor del año 825, en plena dominación musulmana y persecución de los cristianos. Los padres de Natalia eran musulmanes. Al morir su padre, su madre se unió en matrimonio con un cristiano y Natalia recibió educación cristiana.
Como cristianos, Natalia y su familia vivían su fe en la clandestinidad. Natalia se unió en matrimonio con Aurelio, un joven cristiano, y ambos decidieron salir de la clandestinidad, dar testimonio de su fe en público para animar a los demás cristianos. Pronto les tocó a ellos dos el martirio.
Fueron apresados y torturados para que renegaran de su fe. No lo lograron, por ello, finalmente Natalia y Aurelio fueron degollados el 27 de julio del 852. Sus cuerpos fueron sepultados y venerados por los cristianos; pero estando muy poco seguros en Córdoba, Carlos el Calvo se ocupó de trasladar seis años más tarde (852) a San Germán (París) el cuerpo de san Aurelio y la cabeza de santa Natalia.

miércoles, 10 de junio de 2020

SAN WALTER DE ONHAYE

Fiesta: 23 de junio.




San Walter (Walhère o Wohy) de Onhaye nació a finales del siglo XII en Bouvignes, Bélgica. Estudió teología y sobre el año 1163 fue ordenado presbítero y enviado a Onhaye, un pequeño pueblo cerca de Namur.

Fue nombrado decano de los sacerdotes de Florennes. Durante su ministerio se empeñó en corregir el comportamiento desordenado de los sacerdotes de la zona.

Justamente el sobrino de Walter, que era sacerdote, llevaba una vida escandalosa, con poca piedad, y dado a los juegos y las mujeres. Walter no se cansaba de recriminarle con gran caridad su mala conducta, pero todo en vano. Hasta que finalmente le avisó que, si no se enmendaba, le quitarían la parroquia y el sacerdocio.

El sobrino se vengó de esto. En una oportunidad, Cuando estaban en medio del río Mosa, el mal hombre golpeó con el remo a su tío repetidas veces, hasta matarlo, fue el 23 de junio de 1199.

La tradición cuenta que el sobrino tiró el cuerpo de Walter al río, y unos campesinos al hallarlo a la orilla, avisaron a las autoridades. Intentaron trasladar sus restos a Bouvignes para darle santa sepultura, pero no pudieron de ningún modo, sin embargo, pudieron sin problemas trasladarlo a la iglesia de Onhaye, donde descansa actualmente.

Nunca ha sido canonizado, pero su culto permanece y aún se celebra una vistosa procesión con sus reliquias el domingo posterior al 23 de junio.