miércoles, 12 de agosto de 2020

SANTA MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO

 Fiesta: 26 de agosto (la familia carmelita la celebra el 25 de agosto).

 


 

Mariam Baouardy nació el 5 de enero de 1846, en Ibillin, una pequeña aldea de Galilea (Israel), su familia era cristiana. Su infancia no fue nada fácil, a muy corta edad quedó huérfana de padre y madre, y por ello creció en Alejandría (Egipto), en la familia de un tío, que a los 12 años quería arreglar su matrimonio. Ella ya había decidido entregarse a Dios, por lo cual se negó y allí comenzaron sus tormentos. No solo la persecución de su familia sino también los musulmanes que querían llevarla a su religión la atacaron. En una oportunidad le llegaron a cortar la garganta, ella sobrevivió y huyó. Desde aquel día, Mariam fue de ciudad en ciudad (Alejandría, Jerusalén, Beirut, Marsella…), trabajando como doméstica, eligiendo preferentemente las familias pobres, ayudándolas, pero dejándolas en cuanto se encontraba demasiado honrada. En 1865, en Marsella (Francia), ingresó a las Hermanas de San José de la Aparición. Allí fue que comenzaron sus experiencias místicas, éxtasis y donde recibió los estigmas de la pasión de Cristo. No fue admitida a continuar en esa congregación, y por diferentes circunstancias decidió ingresar al Carmelo de Pau (Francia), donde fue admitida. Allí las experiencias místicas y las gracias extraordinarias continuaron, sin embargo, Mariam nunca se hizo notar, realizaba los trabajos más humildes, los más difíciles, y siempre estaba atenta a la caridad para con todos, con alegría, sencillez y disponibilidad. En el noviciado recibió el nombre de Hermana María de Jesús Crucificado. Ya siendo religiosa carmelita fue elegida, junto a otras hermanas, para fundar el Carmelo en Mangalor, India (1870), y luego, como ella hablaba árabe, fue enviada a fundar el Carmelo en Belén, Tierra Santa (también se preocupó por la fundación de un Carmelo en Nazareth y en Emaús). En 1878, mientras supervisaba los trabajos de construcción del Carmelo de Belén, llevando de beber a los obreros, María de Jesús Crucificado cayó de una escalera y se partió un brazo. La gangrena le afectó muy velozmente (a causa del sofocante calor que hacía) y murió algunos días después del suceso, el 26 de agosto de 1878, a los 32 años.

Fue canonizada el 17 de mayo de 2015 por el papa Francisco.

 

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