Fiesta: 19 de septiembre.
Dolores y Consuelo eran hermanas
de familia, ambas nacidas en Uruguay, en 1897 (Dolores) y 1898 (Consuelo).
Pronto fueron ambas a vivir a España.
La vida de Dolores estuvo centrada en Dios desde sus años de colegiala, sintiéndose llamada a consagrarse al Señor como religiosa Escolapia; aunque esto no pudo ser, vivió en el mundo entregada al servicio de Dios y de los hermanos. Consuelo fue una joven cristiana con vocación laica, pero apostólica y fervorosa en sus manifestaciones cristianas. En ambas, su vida fue expresión de su amor a Dios y a los hermanos.
Proclamada en España la República el 14 de abril de 1931, sus repercusiones fueron muy grandes en Madrid, capital de la nación, y su signo antirreligioso se puso pronto de manifiesto en revueltas callejeras, quema de iglesias y conventos, dispersión temporal de las comunidades religiosas y toda clase de atropellos.
El 19 de setiembre de 1936 unos milicianos detuvieron a Dolores en la calle cuando estaba llevando leche a la casa donde vivían las religiosas Escolapias. Al mediodía llegó un papel con un mensaje escrito por Dolores que pedía que se presentara la religiosa llamada María de la Yglesia, superiora de las Escolapias, acompañada de otra persona, para declarar.
Consuelo Aguiar acompañó a la religiosa a declarar, y ambas fueron desaparecidas. El 20 de setiembre la señora Valentina Serrano encontró los cadáveres de sus cuñadas Dolores y Consuelo Aguiar y de María de la Yglesia, en el depósito municipal de difuntos. Todos lo calificaron de verdadero martirio.
Las dos laicas uruguayas fueron declaradas mártires el 28 de junio de 1999 por Juan Pablo II. Luego fueron beatificadas por el Papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001 junto a la hermana María de la Yglesia y otros 233 mártires de la Guerra Civil Española (1936-1939).
La vida de Dolores estuvo centrada en Dios desde sus años de colegiala, sintiéndose llamada a consagrarse al Señor como religiosa Escolapia; aunque esto no pudo ser, vivió en el mundo entregada al servicio de Dios y de los hermanos. Consuelo fue una joven cristiana con vocación laica, pero apostólica y fervorosa en sus manifestaciones cristianas. En ambas, su vida fue expresión de su amor a Dios y a los hermanos.
Proclamada en España la República el 14 de abril de 1931, sus repercusiones fueron muy grandes en Madrid, capital de la nación, y su signo antirreligioso se puso pronto de manifiesto en revueltas callejeras, quema de iglesias y conventos, dispersión temporal de las comunidades religiosas y toda clase de atropellos.
El 19 de setiembre de 1936 unos milicianos detuvieron a Dolores en la calle cuando estaba llevando leche a la casa donde vivían las religiosas Escolapias. Al mediodía llegó un papel con un mensaje escrito por Dolores que pedía que se presentara la religiosa llamada María de la Yglesia, superiora de las Escolapias, acompañada de otra persona, para declarar.
Consuelo Aguiar acompañó a la religiosa a declarar, y ambas fueron desaparecidas. El 20 de setiembre la señora Valentina Serrano encontró los cadáveres de sus cuñadas Dolores y Consuelo Aguiar y de María de la Yglesia, en el depósito municipal de difuntos. Todos lo calificaron de verdadero martirio.
Las dos laicas uruguayas fueron declaradas mártires el 28 de junio de 1999 por Juan Pablo II. Luego fueron beatificadas por el Papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001 junto a la hermana María de la Yglesia y otros 233 mártires de la Guerra Civil Española (1936-1939).
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