Pedro Armengol nació en España en el siglo XIII. Tenía una personalidad rebelde, que lo llevó a convertirse en un bandolero en su juventud. En una oportunidad, su padre que trabajaba como personal de armas para el rey, lo encontró en una de sus fechorías y se enfrentaron. Sin embargo Pedro no resistió el enfrentarse a su padre y se entregó. El padre logró que lo liberaran y que no le impusieran el castigo y todo aquello produjo en Pedro una gran conversión.
Al poco tiempo Pedro fue a golpear la puerta de la Orden de los Mercedarios (fundada por san Pedro Nolasco en aquellos años) para unirse a la obra de la "Redención de los cautivos", quería dedicar su vida a aquella gran obra de misericordia.
Llegó a ser religioso en la Orden y pudo ir dos veces a tierra de moros a desempeñar el ministerio de la redención. En el segundo viaje, en Bugía, se quedó de rehén por algunos cautivos. Mas no llegando a tiempo el dinero del rescate por el que se había quedado en prenda, fue colgado de una horca, pero sobrevivió y tal circunstancia se considera un milagro de María. Al día siguiente Fray Guillermo de Firenze llegó con el dinero para pagar su liberación y lo encontró en la horca pero con vida. Como secuela de su martirio Pedro Armengol quedó con el cuello torcido por el resto de su vida. Regresó a España vivió durante casi cuarenta años retirado en el convento de Santa María del Prats, donde murió el año 1304.
Al poco tiempo Pedro fue a golpear la puerta de la Orden de los Mercedarios (fundada por san Pedro Nolasco en aquellos años) para unirse a la obra de la "Redención de los cautivos", quería dedicar su vida a aquella gran obra de misericordia.
Llegó a ser religioso en la Orden y pudo ir dos veces a tierra de moros a desempeñar el ministerio de la redención. En el segundo viaje, en Bugía, se quedó de rehén por algunos cautivos. Mas no llegando a tiempo el dinero del rescate por el que se había quedado en prenda, fue colgado de una horca, pero sobrevivió y tal circunstancia se considera un milagro de María. Al día siguiente Fray Guillermo de Firenze llegó con el dinero para pagar su liberación y lo encontró en la horca pero con vida. Como secuela de su martirio Pedro Armengol quedó con el cuello torcido por el resto de su vida. Regresó a España vivió durante casi cuarenta años retirado en el convento de Santa María del Prats, donde murió el año 1304.
Gracias me salvo de un apuro
ResponderEliminarBuen día. Qué alegría que te gusten y que te sirvan nuestros dibujos, nos da animo para seguir adelante en nuestra misión.
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