Virgen de la Cela
En el siglo XVI el rey de Inglaterra ordenó quemar y destruir todas las estatuas religiosas del país. Algunas fueron lanzadas al mar.
Justamente, en aquella época, los marineros de Baredo, en España, que continuamente iban al mar a pescar, vieron algo que brillaba entre las rocas. Se acercaron a descubrir de qué se trataba, y se encontraron con una imagen de la Virgen María con el Niño en sus brazos. Posiblemente aquella imagen era una de las desechadas por los ingleses.
Con asombro comprobaron que no estaba dañada, y despues de navegar muchos días, cuando llegaron a tierra la colocaron en un lugar seguro "A Cela", tapada con arbustos.
Los marineros corrieron emocionados para avisarle a todo el pueblo sobre la imagen de la Virgen, a la que ya habían llamado "La Virgen de la Cela" ("A Virxe da Cela"). En el lugar don de la habían colocado, le construyeron una pequeña ermita.
Como en el pueblo de Baredo no había ninguna iglesia, intentaron mudar a la virgencita a otro lugar, pero todos los intentos de mudar la imagen fueron en vano, ya que no la pudieron mover de ninguna forma.
La Virgen de la Cela quizo quedarse en Baredo. Allí le construyeron la iglesia actual, que fue terminada en 1812.