Nació el 27 de septiembre de 1696, en Nápoles, Italia. Pertenecía a una familia noble. A los 12 años era estudiante universitario y a los 16 ya era abogado.
Después de perder un juicio decidió dejar su profesión para unirse a Cristo. Estudió teología y recibió el sacerdocio a los 30 años de edad.
Después de caer enfermo, entre grandes dificultades fundó la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), para evangelizar a la gente iletrada. Fue elegido obispo de santa Águeda de los Godos, y se entregó de modo excepcional a esa misión, que dejó quince años después, aquejado por graves enfermedades, y pasó el resto de su vida en Nocera de’Pagani, en la Campania, aceptando grandes trabajos y dificultades.
Distinguido por su celo por las almas, por sus escritos, por su palabra y ejemplo, trabajó toda su vida infatigablemente predicando y escribiendo libros, en especial sobre teología moral, en la que es considerado maestro, para fomentar la vida cristiana en el pueblo.
Murió el 1 de agosto de 1787. Fue canonizado en 1839 y fue declarado Doctor de la Iglesia en 1871.