San Francisco Borja nació en Gandía (Valencia - España) el
28 de octubre de 1510. Se casó a los 19 años y tuvo ocho hijos. A los 29 años
fue elegido virrey de Cataluña. Francisco ejerció todos sus cargos con gran
responsabilidad, pero además de su vida política, era un hombre de intensa vida
espiritual.
En 1546, después de la muerte de su esposa, hizo los
ejercicios espirituales de san Ignacio y decidió ingresar a la Compañía de
Jesús. Pudo ingresar oficialmente en 1550, después de haberse encontrado en Roma
a san Ignacio de Loyola y haber renunciado al ducado de Gandía.
Se ordenó sacerdote y el rey Carlos V lo propuso como
cardenal, cargo que no aceptó. A pesar de esto, la Compañía de Jesús le encargó
tareas de gran importancia, fue elegido prepósito general en 1566, cargo que
ocupó hasta la muerte, acaecida en Roma el 30 de septiembre de 1572.
Fue un organizador infatigable (a él se le debe la fundación
del primer colegio jesuita en Europa, en su tierra natal de Gandía, y de otros
veinte en España), y siempre encontró tiempo para dedicarse a la redacción de
tratados de vida espiritual.