viernes, 25 de julio de 2014

SANTA MARTA

Fiesta: 29 de julio



Marta era la hermana de María y de Lázaro, todos amigos de Jesús, y vivía con ellos en Betania, pequeña población distante unos cuatro kilómetros de Jerusalén, en las cercanías del Monte de los Olivos. Jesús Nuestro Señor vivía en Galilea pero cuando visitaba Jerusalén acostumbraba hospedarse en la casa de estos tres discípulos en Betania. Marta se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano. San Juan nos dice que "Jesús amaba a Marta y a su hermana María y Lázaro" (Jn 11, 5).
Lucas 10, 38-40 narra el episodio en que Jesús se hospeda en casa de Marta, María y Lázaro, donde María es elogiada por el Señor por su actitud de escucha, mientras que a Marta se le hace ver que se preocupa demasiado por el servicio.
San Juan en el capítulo 11, al narrar la resurrección de Lázaro, nos muestra la firme fe de Marta en el poder de Jesús como Salvador.
La leyenda de la Provenza cuenta que Marta fue con su hermana a Francia y evangelizó Tarascón, donde según cuenta la leyenda, santa Marta derrotó a un dragón que amenazaba a la ciudad. Ahí se dice que se encontraron, en 1187, sus reliquias, que todavía se veneran en su santuario.

domingo, 20 de julio de 2014

SAN PANTALEÓN

Fiesta: 27 de julio



San Pantaleón nació alrededor del año 280 d.C. en la ciudad de Nicomedia (Asia Menor), ciudad que estaba bajo el dominio del Imperio Romano y que perseguía a muerte a los cristianos.
Era de familia noble, su mamá, que era cristiana le transmitió la fe en forma oculta, pero como ella murió cuando él aún era muy joven su papá, que era pagano, lo educó bajo el culto a los dioses romanos.
Pantaleón estudió medicina, y demostró tener una gran capacidad para esa profesión, además de sus excelentes virtudes humanas y su calidad para tratar a los enfermos.
Su fama creció y hasta el mismo monarca del Imperio lo invitó a formar parte de la corte y ser el médico real.
En una oportunidad Pantaleón se encontró con un sacerdote cristiano con quién entabló una gran amistad. Las conversaciones con el sacerdote y finalmente un milagro que presenció, hicieron que Pantaleón se convirtiera al cristianismo.
Se dedicó a curar a todos los enfermos en nombre de Cristo y además obró grandes milagros. Su padre presenció un milagro y por eso también se convirtió.
El emperador admiraba a Pantaleón por su gran capacidad en la medicina, por eso no lo perseguía por ser cristiano. Alrededor del año 305 cambió el emperador de la ciudad y éste no tuvo compasión de Pantaleón. Le pidió que renegara su fe cristiana y que abrazara el culto a los dioses romanos. Como Pantaleón no quiso abandonar el cristianismo y seguía dando testimonio de Cristo, el emperador lo condenó a terribles tormentos que Pantaleón soportó heroicamente. El emperador ordenó que lo mataran de alguna manera cruel, pero cada vez que intentaban matarlo, milagrosamente él se salvaba.
Al final el emperador ordenó que lo decapitaran. Según cuenta la leyenda, ataron a Pantaleón a un tronco seco de olivo. Primero lo flagelaron y al salpicar la sangre de su cuerpo en el árbol, éste reverdeció floreciendo de repente. Entonces el verdugo levantó la espada y dejó caer el arma sobre el cuello del condenado, pero inútilmente, ya que la afilada espada se ablandó como cera y, en consecuencia, no produjo ninguna herida. Pantaleón, con su mirada hacia el cielo, siempre tranquilo, implorando perdón para sus verdugos, pidió entonces al Señor que terminaran los tormentos y que lo elevara a la gloria del cielo. Así fue como un nuevo golpe de espada terminó con la vida del valiente médico.

martes, 15 de julio de 2014

NUESTRA SEÑORA DE BETHARRAM

Fiesta: 28 de julio



En el suroeste de Francia, al pie de los Pirineos, en el pueblo de Lestelle, surge el santuario mariano de Nuestra Señora de Betharram. Según algunos autores, los orígenes del santuario de Betharram se remontan al siglo XI, cuando bajo el impulso de san Bernardo, surgieron por toda Europa cetros de devoción y de fe mariana.
La primera edificación mariana de Betharram surgió cuando unos pastores que llevaban a pastar sus ovejas en las orillas del Gave, fueron atraídos por una luz que provenía de algunas rocas de la ribera del río. Llegados al lugar, se encontraron delante de una imagen de la Virgen María. Avisados los habitantes de Lestelle del descubrimiento, se decidió construir una pequeña capilla como recuerdo. Como pareció que el lugar del descubrimiento no era muy adaptado para construir, los pastores construyeron la capilla sobre la otra orilla del Gave. Pero no lo consiguieron. Cada vez que trataban de trasladar la estatua de la Virgen ésta, milagrosamente, volvía a la otra ribera del Gave. Entonces, los pastores comprendieron que María quería una capilla en el lugar exacto en donde se encontró la estatua.
En torno a este lugar, la tradición popular testimonia la presencia de varios milagros distintos atribuidos a la Virgen María. El más importante es aquel que le mereció el nombre de “Betharam” a esta imagen de la Virgen. Sucedió que una niña, atraída por una flor particularmente hermosa aparecida en la ribera del río Gave, para recogerla se inclinó y cayó en las aguas caudalosas. Estaba por ser sepultada cuando, desesperadamente, invocó a la Virgen que se veneraba en el santuario y, de inmediato, vio ante sí un ramo que era tendido para agarrarse a él. Así lo hizo y se salvó. Por eso, quiso ofrecer en donación a la Virgen como signo de gratitud un hermoso ramo de oro y desde entonces, la imagen fue venerada como la “Virgen de Betharram”. En efecto, “Betharram”, significa, en el dialecto local, “Bello Ramo”.

miércoles, 9 de julio de 2014

SAN BENITO

Fiesta: 11 de julio





San Benito
Benito nació en Nursia, Italia. Tenía una hermana gemela, Escolástica, que también alcanzó la santidad.
Recibió en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía. Después de eso se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.
Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla para la orden de los benedictinos, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental (La Santa Regla de San Benito ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas a lo largo de la historia de la Iglesia). Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Repartía sus días entre horas de oración y de trabajo, recibía a muchos para dirección espiritual y algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar.
Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.
San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica.