José Benito Cottolengo nació en Bra, un pueblo al norte de Italia, en 1786. Se ordenó Sacerdote y se fue enviado a Turín. Allí los pobres conquistaron su corazón y vendió absolutamente todo lo que tenía para alquilar unas piezas donde alojar y asistir a pobres y enfermos. Así fue como comenzó su gran obra bienhechora, una obra que se basa únicamente en la confianza en la Divina Providencia. Luego se trasladó a Valdocco, y la Pequeña Casa, gracias a la Divina Providencia, se amplió enormemente y tomó forma ese prodigio diario de la ciudad del amor y de la caridad que hoy el mundo conoce y admira con el nombre de Cottolengo. Los pobres, los huérfanos, los desamparados, los abandonados, los enfermos, los que eran rechazados en los demás hospitales, eran recibidos sin discriminación en la “Pequeña Casa de la Divina Providencia”.
Murió el 30 de abril de 1842.