Fiesta: 6 diciembre.
María del Carmen Sallés y Barangueras nació en España el 9 de abril de 1848. En 1869, ingresó en el noviciado de las Adoratrices, que se dedicaban a la recuperación de mujeres marginales por la delincuencia o la prostitución. Allí fue que decidió dedicar su vida a la formación de la mujer, para que pudiera ocupar en la sociedad el lugar que le correspondía, en cualquier clase social en que se encontrase. Se pasó a la congregación de las Dominicas de la Anunciata, donde durante 22 años se dedicó a la educación de niños y jovenes de ambos sexos, de diversas clases sociales y en diversos lugares.
Finalmente, luego de un largo discernimiento, en 1892 se separó de las dominicas para fundar una nueva Congregación dedicada a la educación de las mujeres, especialmente de las más vulnerables. Hoy son las Hermanas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza.
El 16 de abril de 1893 se obtuvo la aprobación Diocesana de las Constituciones y Carmen Sallés recibió el nombramiento de Superiora general.
María del Carmen Sallés planteó la educación como un proyecto integral y equilibrado. La niña, la joven, debían desarrollar armónicamente su inteligencia y su corazón.
Carmen Sallés siguió siempre fiel a su vocación religiosa dedicada a la enseñanza. En 19 años de trabajo, fundó 13 casas y desarrolló un amplio apostolado en colegios en diversas ciudades y pueblos de España.
Murió en Madrid, a los 63 años, el día 25 de julio de 1911. Fue canonizada el 21 de octubre de 2012.