Fiesta: 6 de julio
María nació el 16 de octubre de 1890, en Corinaldo,
provincia de Ancona, Italia, en una familia muy pobre pero de mucha fe. Desde
pequeña, María se destacó por su piedad, su inteligencia, sencillez y alegría.
Desde la muerte de su padre, su madre tuvo que trabajar, y
siempre estuvo en el campo sin poder ocuparse de la casa, así que María asumió
todas las tareas, con tan sólo 12 años se encargaba de todo en la casa y
también de la instrucción de sus hermanitos.
María es para toda la juventud un gran ejemplo de pureza,
por la forma en que terminó su vida. Resulta que un día, Alejandro, un vecino
de 18 años que era amigo de María, entró en la casa e intentó abusar de ella.
María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero el muchacho la agarró
con mucha violencia. Antes de que algo pasara María dijo que prefería morir
antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven enojado la apuñaló brutalmente.
Ella quedó en el suelo pidiendo ayuda y él se fue.
María no murió al instante, fue transportada a un hospital,
en donde se confesó y perdonó a su asesino de todo corazón, y murió
veinticuatro horas después.
El joven fue apresado y condenado a 30 años de prisión, y se
arrepintió de su falta y se convirtió después de ver a María en un sueño.
El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En
1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia
estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque
parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la
santa.