miércoles, 27 de octubre de 2021

SAN LEÓN MAGNO, PAPA

Fiesta: 10 noviembre.





Nació en Etruria. En el año 440, fue elegido Papa. En sus 21 años de pontificado llevó a cabo la unidad de toda la Iglesia alrededor de la sede papal, impidió usurpaciones de jurisdicción frenando las ambiciones del patriarcado constantinopolitano y del vicariato de Arles.

Demostró gran prestigio moral y político ante la amenaza de los Hunos de Atila (a los que logró detener sobre el puente Mincio) y de los Vándalos de Genserico (cuya ferocidad mitigó en el saqueo de Roma del 455).

No existen muchos datos biográficos sobre él, pero si se conoce su pensamiento y su doctrina por sus numerosos escritos y cartas: 96 Sermones y 173 cartas.

Se destacó también por su impulso doctrinal al participar activamente en la elaboración dogmática del grave problema teológico tratado en el concilio ecuménico de Calcedonia.

León fue el primer Papa que recibió de la posteridad el epíteto de “magno”, grande, no sólo por las cualidades literarias y la firmeza con la que mantuvo en vida al decadente imperio de Occidente, sino por la solidez doctrinal que demuestra en sus cartas, en sus sermones y en las oraciones litúrgicas de la época en donde se ven evidentes su sobriedad y precisión características.

Murió el año 461.


 

miércoles, 20 de octubre de 2021

BEATA MARÍA ENCARNACIÓN ROSAL

Fiesta: 27 de octubre.





Vicenta Rosal nació el 26 de octubre de 1820 en Quetzaltenango, Guatemala, en una familia de profunda fe cristiana. En 1838 ingresó en el convento de las Hermanas de Belén (Bethlemitas) y profesó sus primeros votos como religiosa en 1840. Pronto fue nombrada Vicaria de la Comunidad, y desde allí inició una transformación interna del convento. En 1855 fue elegida Priora. Desde ese cargo se dedicó a revitalizar la Congregación Bethlemita orientándola para un servicio evangelizador.

En 1857 comenzó a recibir las primeras “confidencias” directas del Señor para extender la devoción al Dolorido Corazón de Jesús, tarea que realizó fielmente durante toda su vida.

En 1861 dio forma definitiva a su obra de renovación de la Orden. Con un grupo de Hermanas fundó un nuevo Convento de Bethlemitas, en Quetzaltenango, su ciudad natal. Por los acontecimientos políticos y la persecución religiosa del año 1874, la Madre María Encarnación y su Comunidad sufrieron los rigores de la exclaustración. Tuvieron que salir del país, esto la llevó a fundar varios conventos y colegios en diferentes países de América Latina.

Así logró salvar y renovar la naciente Congregación de las Bethlemitas y conducirla al espíritu original y a un creciente fervor. Expresó audazmente nuevas formas de apostolado, especialmente para ayuda de los pequeños y los pobres.

Quienes la conocieron rápidamente notaban su santidad; en su opción por los pobres, en la auténtica promoción de la mujer, en la atención caritativa a los enfermos, en sus gestos, en su trato. En todo su ser se reflejaba su gran corazón, como fruto de su oración, su unión con Dios. Una mujer emprendedora, tenaz, fraterna y visionaria.

La Madre Encarnación murió en Tulcán, Ecuador, el 24 de agosto de 1886. Su cuerpo incorrupto se encuentra en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, Bethlemitas de Pasto, Colombia.



miércoles, 13 de octubre de 2021

SAN FRUTOS DE SEGOVIA

Fiesta: 25 de octubre.





La historia de san Frutos es de la época visigoda en España (año 700 aproximadamente).
Frutos era un cristiano de Segovia, y se hizo ermitaño, como sus hermanos Engracia y Valentín, luego de la muerte de sus padres. Frutos encontró una cueva en el paso del río Duratón y allí se quedó.
Con el tiempo él mismo se construyó una ermita que es la que ahora se conoce como la "Ermita de san Frutos" y se puede visitar. Allí mismo lo enterraron a san Frutos sus hermanos cuando murió, pero luego, sus restos fueron trasladados a la catedral de Segovia, donde descansan actualmente.
Frutos no se dedicó solo a la vida contemplativa, en la época de ataques musulmanes los pobladores de la zona se refugiaban con Frutos y él los atendía. En una oportunidad en la que estaban por ser capturados, Frutos marcó con su cayado una roca y esta se rompió impidiendo el paso de los agresores. Es por esto que el pueblo segoviano venera con gran devoción a este santo.
También la tradición cuenta que amansaba a los buitres de la zona y que amaba a los pájaros, tanto así que se dice que en una oportunidad hizo salir pajaritos de las llagas de un enfermo que se acercó a él. Es por esto que recibe el sobrenombre de san Frutos "Pajarero".


miércoles, 6 de octubre de 2021

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

Fiesta: 19 de octubre.





San Pedro de Alcántara nació en España (Alcántara), en 1499. Su nombre de bautismo era Juan de Garavito y Vilela de Sanabria. Siendo joven Pidió ser admitido como religioso franciscano y eligió para irse a vivir al convento donde estaban los frailes más observantes y estrictos de esa comunidad.
En el noviciado lo pusieron de portero, hortelano, barrendero y cocinero.
Es un santo que se destacó por sus fuertes mortificaciones. Llegó a mortificarse tan ásperamente en el comer y el beber que perdió el sentido del gusto y así todos los alimentos le sabían igual. Dormía sobre un duro cuero en el puro suelo. Pasaba horas y horas de rodillas, y si el cansancio le llegaba, apoyaba la cabeza sobre un clavo en la pared y así dormía unos minutos, arrodillado. Pasaba noches enteras sin dormir ni un minuto, rezando y meditando.
Fue nombrado superior de varios conventos y siempre era un modelo para todos sus súbditos en cuanto al cumplimiento exacto de los reglamentos de la comunidad.
También era muy bueno en la predicación. Dios le había dado la gracia de conmover a los oyentes, y muchas veces bastaba su sola presencia para que muchos empezaran a dejar su vida llena de vicios y comenzaran una vida virtuosa.
En el convento de Lapa fue que compuso un hermoso libro acerca de la oración, que fue sumamente estimado por Santa Teresa y San Francisco de Sales, y ha sido traducido a muchos idiomas.
Deseando San Pedro de Alcántara que los religiosos fueran más mortificados y se dedicaran por más tiempo a la oración y la meditación, fundó una nueva rama de franciscanos, llamados de "estricta observancia". El Sumo Pontífice aprobó dicha congregación y pronto hubo en muchos sitios, conventos dedicados a llevar a la santidad a sus religiosos por medio de una vida de gran penitencia.
Los últimos años de su vida los dedicó a ayudar a Santa Teresa a la fundación de la comunidad de Hermanas Carmelitas descalzas.
Murió el 18 de octubre de 1562.