Fiesta: 8 de octubre.
La Orden de la Santísima Trinidad y Redención de los
Cautivos, desde su fundación, en el año 1189 por san Juan de Mata, está bajo la
protección de la Virgen del Buen Remedio, indicando con este título aquella que
sana todos los males de la humanidad. Movidos por el ejemplo de María todos
somos invitados a llevar alivio y remedio espiritual a los necesitados.
Juan de Mata estableció esa devoción mariana en el convento
trinitario de Marsella, Francia, en 1202. Luego la devoción se fue extendiendo
y continuó de la mano del reformador de la Orden san Juan Bautista de la
Concepción.
La tradición cuenta que la santísima Virgen se le apareció
en dos oportunidades a Juan de Mata (en 1202 y 1210), como respuesta a sus
pedidos de auxilio por problemas económicos en el rescate de los cautivos (por
eso muchas veces se la representa a María con una bolsita de monedas). También,
que María se le apareció vestida con el hábito trinitario a san Félix de Valois
(cofundador), a quien le entregó los escapularios de la Orden Trinitaria, para
que fueran impuestos a todo cautivo rescatado.