San Charbel fue un ermitaño del rito maronita que se convirtió en el primer santo oriental canonizado por la Sede Apostólica desde el siglo XIII.
Nació en el Líbano, el 8 de mayo, de 1828. Su nombre de bautismo era Yusef (José), Ya desde joven era ascético y de profunda oración.
A los 20 años recibió la llamada del Señor, y en el año 1851 ingresó como postulante al convento de Ntra. Señora de Mayfouq. Al entrar en el noviciado renunció a su nombre bautismal y escogió como nombre de consagración : Chárbel.
Fue ordenado sacerdote el 23 de julio, de 1859. Chárbel recibió autorización para la vida ermitaña el 13 de febrero, de 1875 . Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración, la ascesis, la penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y llevaba silicio. Profesaba un amor especial por la Santa Misa y la Virgen María.
El padre Chárbel alcanzó la celebridad después de su muerte. Dios quiso señalar a este santo por numerosos prodigios: su cuerpo se ha mantenido incorrupto, sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva, además suda carne.
Fue canonizado el 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de Obispos.
Nació en el Líbano, el 8 de mayo, de 1828. Su nombre de bautismo era Yusef (José), Ya desde joven era ascético y de profunda oración.
A los 20 años recibió la llamada del Señor, y en el año 1851 ingresó como postulante al convento de Ntra. Señora de Mayfouq. Al entrar en el noviciado renunció a su nombre bautismal y escogió como nombre de consagración : Chárbel.
Fue ordenado sacerdote el 23 de julio, de 1859. Chárbel recibió autorización para la vida ermitaña el 13 de febrero, de 1875 . Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración, la ascesis, la penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y llevaba silicio. Profesaba un amor especial por la Santa Misa y la Virgen María.
El padre Chárbel alcanzó la celebridad después de su muerte. Dios quiso señalar a este santo por numerosos prodigios: su cuerpo se ha mantenido incorrupto, sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva, además suda carne.
Fue canonizado el 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de Obispos.
Soy también Religiosa
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